Los empresarios pasan mucho tiempo en sus negocios, quizá demasiado, para poder sacarlo adelante. No conozco a ningún empresario que trabaje ocho horas al día si no más bien 12 e incluso más. Pero, tienen la calidad de vida a la que aspiran y se merecen? ¿Tienen recompensa en tiempo y en productividad por tantas horas de trabajo?
De mi experiencia a lo largo de mi vida profesional, cuando trabajaba en relación de dependencia, pude sacar en claro que los empresarios y directivos están sometidos a un nivel de estrés extremo (reuniones, clientes, informes….) y que tras largas horas en la oficina queda una persona fatigada, que sigue pensando en sus proveedores, en cómo sacar más beneficios, cómo ser más competitivo… y sin tiempo ni energías para poco más.
¿Es qué es así la vida del empresario y directivo? Una encuesta realizada afirma que el 62% de los profesionales con altos cargos piensan que para tener éxito profesional es necesario renunciar a una gran parte de tu vida personal. Es cierto que requiere un gran esfuerzo y sacrificio pero existen muchos empresarios y directivos que han sabido compaginar su vida profesional y personal.
José Pedro García, Director de Excellence Research Institute, escribió un artículo donde habla sobre la calidad de vida de los empresarios.
Pueden existir algunos casos de ingresos muy importantes, pero de ahí a tener calidad, va un abismo. Lo paradójico es que los empresarios tienen, a diferencia de otras personas que trabajan por cuenta ajena, la potestad de generar los negocios en los que están inmersos, y la manera en que los llevan. Y es aquí donde está el talón de Aquiles. Porque al final, han creado un sistema de trabajo muy absorbente, en general poco eficiente, y donde se cargan con muchas responsabilidades.
Nos propone una serie de ideas para obtener «calidad de vida»
1. Practica la estrategia de la “tazavacía”. Siéntate, reflexiona en tus creencias, experiencias y saberes que te han llevado a donde estás hoy en tu negocio y si no te gusta lo que ves en cuanto a calidad de vida, es necesario vaciar la taza para dejar sitio a nuevas opciones. El resto, será reafirmarse en cosas que te han traído al lugar en el que estas. Nos justificaremos, y seguiremos igual. Estemos dispuestos a cuestionarnos cosas y probar nuevas opciones.
2. Determina qué haces en tu trabajo concretamente en el día a día, y sobre todo, qué estas haciendo que no deberías estar haciendo tú. En este punto aconsejo hacerse un listado de todas aquellas cosas a nivel profesional que estás realizando y que podrías dejar de hacer tú. Acto seguido, plantéate la opción de una Asistente Virtual o una Secretaria Virtual. Son profesionales altamente cualificados y pueden generarte grandes beneficios, tanto económicos como productivos. Contacta con Assistantgroup o con otra empresa especializada en este tipo de asuntos. Puedes contratar este tipo de servicios de forma puntual y no necesitas que estén presentes en la oficina ya que trabajan desde sus oficinas.
3. Determina qué áreas de tu vida hoy están cojas (pareja, hijos, salud, tú a nivel interno, hobbies, etc.) y asígnales un tiempo “X” que vaya a misa semanalmente (y esto será inamovible). La consecuencia es que deberás ser más eficiente en tu trabajo, para liberar horas para estos temas (la pregunta sería: ¿Cómo puedo hacer lo que ahora hago en ocho horas, en dos?).
Te sugiero que realices un listado de todas aquellas cosas o tareas que necesitas realizar en tu vida personal (cumpleaños, regalos, viajes…) y para las que no tienes tiempo y contacta con Personal Assistants. Son profesionales con una formación y experiencia sobradamente probada que se dedican a ayudarte con tus asuntos personales.
4. Detecta que cosas te hacen ilusión en la vida, y márcate un plan para ir cumpliéndolas. Esto no significa que tengas que esperar mucho: empieza por esas pequeñas cosas que se van dejando de lado, en pro de algún fuego que apagar , o de urgencias ilimitadas que atender. No dejes de hacer cada semana algo que te ilusione, y si corresponde a ámbitos no relacionados con el trabajo, mejor.
5. Honra aquellas cosas realmente importantes en tu vida porque vivimos como si tuviéramos la certezade que lo podemos dejar para mañana, con la soberbia inconsciente de que ese mañana va a llegar. ¿Y si no llega? Hazte un listado de temas importantes, y asígnales tiempos. Objetivo: no arrepentirte de lo que no haces, cuando no te queda tiempo ya para ello.
6. Recupera viejas aficiones, date pequeños caprichos, prémiate. En definitiva, cuida de ti mismo, trátate con cariño.
7. Conócete mejor, prepárate, fórmate, descubre tu esencia, y determina tus objetivos vitales (qué es lo que quieres en la vida) para poder plasmarlos en tu día a día, y así este tendrá mucho más sentido
8. Ríete más, disfruta, y deja de dar importancia a tantas cosas. Como decía Wayne Dyer: a) no te preocupes por pequeñeces; b) todo sonpequeñeces.
9. Dejar de pensar que eres imprescindible. Muchísimas veces somos nosotros los empresarios el tapón dela botella que impide muchas cosas.
10. Comparte más tiempo con la gente que quieres, tu familia, amigos, etc, y pon tu atención en el aquí y ahora, y no dejes que tu mente se vaya (esto es fácil de decir, y difícil de hacer, pero no imposible. Como siempre, se trata de entrenarlo) Como dice Eckart Tolle, lo único real que tenemos es el “Ahora”. El resto, es una invención, en el pasado y en el futuro.
11. Hazte un plan que te ilusione, y mantenlo, que sea mínimamente retador, pero no extremadamente difícil, e imagínate como quieres estar viviendo dentro de un año,con la calidad de vida que deseas.
Sabias palabras las de José Pedro García, con las que estoy absolutamente de acuerdo. Si vamos siguiendo los pasos anteriores podremos ver que cada día disponemos de un poquito más de tiempo para centrarnos en áreas importantes de nuestro trabajo, en estar con los nuestros, en sentirnos mejor con nosotros mismos… en definitiva en ser más felices y poder disfrutar de mayor calidad de vida.